FILIPINAS.- La imagen de un menor de edad que dormía sobre la vía pública abrazado de su fiel amigo, le dio la vuelta al mundo al conmocionar a cientos de personas que los observaron.
En varios países del mundo es común ver a niños en la calle y sin hogar que a diario tienen que trabajar y exponerse a los peligros para poder llevar bocado a su estómago.
Vivir en la calle es una de las experiencias más complicadas. El fuerte clima, la inseguridad y el hambre, son los obstáculos a los que se enfrentan tanto adultos como niños, tal como el menor que se viralizó en redes sociales.
Jem Villomo es un joven que caminaba por calles de Manilla, Filipinas. De un momento a otro, el hombre observó a un niño que abrazaba a su perrito para evitar el frío que se sentía.
Juntos, duermen sobre la vereda de una calle cercana a la estación central de trenes, mientras los peatones pasan indiferentes.
Las fotos fueron publicadas en Facebook por un vecino de la zona. Nadie parece saber la identidad del niño, dónde vive o si tiene o no tiene hogar.
El niño vive en la calle junto con su perro. No pide dinero, sino comida para ambos”, escribió el hombre en el post.
OPINIONES DIVIDIDAS
Son muchas las opiniones que han sacudido Internet tras la publicación de las fotografías. Hay quien critica a los padres del pequeño, aunque muchos otros se cuestionan si el joven puede ser huérfano.
Eso sí, todos los usuarios coinciden en un aspecto: que se ayude al pequeño. Una persona se ofreció a recibirlos en su casa y, muchos otros, reclaman la intervención del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo, el ente que debe cuidar de los menores en Filipinas.
Lo cierto es que, en medio de la rabia y el dolor que produce esa foto, también hay una sensación opuesta.
La única familia de ese chico parece ser ese perro. Y el único que puede cuidar de ese perro, es ese chico. Se tienen el uno al otro.
Ese dormir abrazados produce indignación de que estén en la calle, indefensos, sensación de que no hay amor más profundo que el que sienten ambos.