En medio de la vorágine que atraviesa la meca del cine, la industria cinematográfica de Hollywood se ve sacudida por la inesperada noticia del despido de Melissa Barrera, una de las actrices principales de la saga de películas Scream.
El miércoles 21 de noviembre, diversos medios informaron que Spyglass Media Group, la productora a cargo de la franquicia Scream, decidió prescindir de los servicios de Barrera. La razón detrás de esta decisión radica en el respaldo público que la actriz expresó a través de sus redes sociales hacia Palestina, en el contexto del conflicto con Israel.
La situación se torna aún más tensa con los rumores que sugieren que Jenna Ortega, coestelar de las nuevas ediciones de Scream y reconocida por su destacado trabajo en la serie Wednesday, estaría considerando la rescisión de su contrato con la saga en apoyo a Barrera.
Se dice que se está reescribiendo desde cero el guión de Scream VII.
En caso de confirmarse esta información, la séptima entrega de la franquicia enfrentaría una encrucijada sin precedentes. La incertidumbre se apodera del proyecto, ya que se especula en redes sociales que la producción de la película se verá obligada a reescribirse por completo, despidiendo tanto a Melissa Barrera como a Jenna Ortega.
La noticia no solo pone en riesgo la continuidad de la saga Scream, sino que también destaca la compleja intersección entre las opiniones personales de los actores y las decisiones de la industria del entretenimiento.
Este conflicto ha provocado un destacado revuelo en redes sociales, con miles de usuarios uniéndose a la conversación en la comunidad en línea. ¿Cuál es tu opinión al respecto?