Revelan que Bad Bunny podría ser el artista principal en el Super Bowl LVIII

ESTADOS UNIDOS. – Como cada año, los fanáticos del fútbol americano y la música están ansiosos por descubrir quiénes serán los artistas que se presentarán en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl.

Tras la impresionante actuación de Rihanna en el Super Bowl de 2023, los rumores y especulaciones no se han hecho esperar para la edición de 2024. Entre los nombres que están comenzando a sonar con fuerza se encuentran Miley Cyrus, The Killers y el exitoso Bad Bunny, quien podría marcar un hito en la historia del evento.

Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Martínez, ha demostrado ser uno de los artistas más influyentes y exitosos de los últimos cinco años. Su música ha cruzado fronteras y ha logrado cautivar a audiencias de todas partes del mundo.

Según fuentes cercanas, el cantante está tomando fuerza como posible encargado del espectáculo de medio tiempo en el Super Bowl que se llevará a cabo el 11 de febrero de 2024, en la ciudad de Las Vegas.

Bad Bunny en el Super Bowl

La especulación sobre la participación de Benito en el Super Bowl 2024 proviene en parte del medio Hits Daily Double, que ha informado sobre el interés de los organizadores en contar con el talento del artista.

Además del “Conejo malo”, otro nombre que ha comenzado a sonar con fuerza es el de Harry Styles, quien también podría ser una opción para el codiciado espectáculo.

En caso de que el intérprete sea seleccionado para actuar en el medio tiempo del Super Bowl, se convertiría en el primer cantante puertorriqueño en lograr esta distinción. Cabe destacar que en el año 2020, el compositor ya tuvo una participación memorable en el Super Bowl, compartiendo escenario con Shakira.

A medida que se acerca la fecha del evento, se espera que la empresa encargada del espectáculo de medio tiempo revele quién será el artista que capturará la atención de millones de espectadores en todo el mundo. Mientras tanto, los aficionados continúan especulando y soñando con la posibilidad de ver a Bad Bunny brillar en el escenario del Super Bowl, marcando así un nuevo hito en su meteórica carrera.