Freddie Mercury murió el 24 de noviembre de 1991, hace 29 años, y a pesar del tiempo su música permanece en el gusto de los amantes del rock.
Y para muestra el disco “Grandes Éxitos” de Queen está en el puesto 8 de la lista Billboard 200, a casi 40 años de su lanzamiento, en 1981.
El líder de Queen falleció a los 45 años de edad de bronconeumonía como resultado del sida, enfermedad que reveló que padecía apenas un día antes de su muerte, a través de un comunicado.
Después de todas las conjeturas hechas por la prensa en las dos últimas semanas, deseo confirmar que fui diagnosticado VIH positivo y tengo SIDA. Sentí que lo correcto era mantener esa información privada, para proteger la privacidad de quienes me rodean. Pero ya es tiempo de que mis amigos y fans sepan la verdad y espero que se unan, a mis doctores y a todos los que están luchando alrededor del mundo contra esta terrible enfermedad. Mi privacidad siempre ha sido especial para mí y soy famoso por casi no dar entrevistas. Por favor entiendan que esa política continuará”.
Tan celoso era de su privacidad que a 29 años de su muerte se desconoce el lugar preciso en el que están sus cenizas. La única persona que lo sabe es Mary Austin, su novia de juventud con quien vivió durante seis años y a quien consideraba su “esposa”.
De hecho fue la heredera de la mitad de su fortuna y las futuras ganancias por derechos de autor, así como la mansión de Garden Lodge, que en su época se valoró en 22.5 millones de euros.
Aunque corrió el rumor de que las cenizas del cantante, cuyo verdadero nombre era Farrokh Bulsara, estaban en el crematorio de West London, en Kendal Green, ella dijo que era muy poco probable que se hubiera descubierto el lugar. Nadie sabe dónde sepultó Mary los restos y hasta lo que ha dicho jamás revelará el secreto.