Ciudad de México.- Hoy en día Andrea Legarreta disfruta de una vida llena de comodidades y éxitos gracias a sus más de 40 años de trabajo ininterrumpidos.
Sin embargo, no todo siempre fue así para la reconocida conductora, pues en su niñez padeció de carencias económicas que comprendió mucho tiempo después, gracias a que sus padres hicieron magia en los momentos más importantes de su vida.
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Lagarreta compartió para la revista Quién una de las anécdotas más bonitas que guarda en su memoria y que precisamente sucedió en épocas navideñas.
SANTA CLAUS LE TRAJO UNA CASA DE LA BARBIE
Comentó que, como cualquier niña, hubo un tiempo en que anhelaba la casa de la Barbie y que cada Navidad le pedía a Santa Claus ese regalo, pero que por una u otra razón, Papá Noel no se lo traía.
Sin embargo, ella nunca dejó de insistir con la esperanza de que algún día podría jugar con sus muñecas en ese espacio maravilloso.
“Mi mamá me decía que Santa Claus a veces no puede llevar regalos a todos y que seguramente quería traerme la casa, peor no podía; hasta que ese día llegó. Bajé las escaleras y me contré con una casita de madera, de dos pisos, pintada, con alfombras, amueblada, con ventanas, chimenea y tapices. En ese momenot supe que Santa Claus la había hecho con sus manos”, platicó la conductora.
Dijo que esa casita no se parecía a la que anunciaban en la tele, pero era tan bella que la vio más bonita que cualquier otra y se emocionó mucho.
Ese recuerdo aún le conmueve mucho a Andrea Legarreta, que incluso, según relata la revista, se le salieron las lágrimas al recordar esos momentos tan especiales que vivió en su infancia.