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La dura vida de Eduardo Yáñez, desde vivir en la cárcel hasta intentar suicidarse con un arma

El galán de telenovelas detalló cómo fue su vida al entrar al mundo de la actuación y cómo la depresión lo hizo alcohólico.

CIUDAD DE MÉXICO.- Eduardo Yáñez abrió su corazón y contó que durante su infancia vivió en la cárcel, cayó en el vicio del alcohol e intentó quitarse la vida poniéndose un arma en la boca.

Durante una entrevista con Yordi Rosado en el programa de YouTube “La Entrevista con…”, el galán de telenovelas detalló que no conoció a su padre y que vivió unos años en el reclusorio, pero no porque fuera maleante sino porque su abuela y su mamá eran custodias de la cárcel de Lecumberri de la CDMX.

Mi abuela y mi mamá eran celadoras de una cárcel, estaba en Lecumberri, que era la única cárcel mixta en México en aquel tiempo, fue una época muy fuerte. Yo crecí algunos años ahí, no teníamos departamento, no teníamos un lugar en dónde vivir. Mi mamá trabajaba 48 horas por ocho, o sea descansaba ocho y estaba 48 horas allí metida y pues me llevaba a mí. Mis otros medios hermanos vivían con mi abuela", explicó el actor de “Amores Verdaderos”.

Asimismo, Eduardo Yáñez comentó que la edad en la que estuvo en prisión dentro de un cuarto con una cama y compartiendo el baño con los reos fue de los siete a los 12 años. De hecho, “ahí me operaron de las anginas, ahí me vio mi primer psicólogo, que era mujer por cierto, ahí debuté como actor...", ilustró.

Dentro de sus anécdotas, Yáñez expuso que uno de los internos de nombre Raúl, quien ingresó por golpear de manera salvaje a su esposa y por matar al amante de ella, se hizo su amigo e incluso intentó ligarse a su madre.

"Era cinta negra en karate, estaba preso por asesinato y él me subía a sus rodillas, me enseñó a jugar ajedrez, damas chinas, era otro wey del que acusaban. Mi mamá siempre me dijo qué había hecho, pero siempre él le llevaba regalos a mi mamá, la pretendía, ¡nombre! Un hombre guapo, alto, delgado. Nunca me voy a olvidar de esas gentes, yo comía en el comedor con ellos y todos se jugaban quién iba a comer conmigo: '¡Pásame al pinch* Lalo! y ¡Marú... tu hijo'...", recordó mientras manifestaba que su mamá nunca tuvo miedo de que le hicieran daño los internos.

SU ADICCIÓN AL ALCOHOL CASI LO LLEVA A QUITARSE LA VIDA

Por otro lado, el actor comentó cómo fue que vivió su adicción al alcohol e ingresó al mundo de la actuación.

"No es que alguien me hizo alcohólico o que yo sufrí por ser alcohólico, ni madr*s, nos gustaba darnos nuestros tragos y meternos nuestros pedos. Mi problema vino después dentro de la carrera de la actuación, empiezan los problemas del amor, la soledad, todas esas búsquedas, todas esas incógnitas de por qué no tuve una familia y te haces el pinch* mártir, y a chupar, porque el chupe te transforma y te hace sentir a otro nivel", aseguró.

Eduardo Yáñez explicó que su adicción fue creciendo durante cinco años hasta llegar a consumir el perfume que usaba para afeitarse para mantenerse borracho.

Estaba tan pedo que no podía salir a la calle y buscando trago, ya no tenía, pues con Aqua Velva. Ahí fue [que tocó fondo]. Al otro día desperté intoxicado, lleno de granos, las venas reventadas y dije: 'Este wey no es el que quiero de mí", aclaró.

Lucía Méndez y su representante fueron quienes lo sacaron de la depresión que estaba viviendo y que lo llevó a pensar en quitarse la vida.

"Intenté una vez con una 45 [arma] de mi padrastro... Yo estaba solo en un departamento en Polanco y terminé baleando las ventanas, porque la verdad ya estaba ahí, en el momento, y le saqué. Me dio rabia y me desquité con las ventanas", contó Yáñez mientras recordaba que se puso el arma dentro de la boca.

Por último, el galán de telenovelas invitó a las personas a reflexionar sobre la importancia de la vida y señaló que siempre hay una solución a los problemas.

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